CARACOLES
Como si fuera una sevillana: Ole, ole ya llegaron las calores y con ellas los caracoles.
Como cada año, no hay bar en Sevilla que no ofrezca caracoles. Los caracoles, se convierten en estos meses en los “reyes de la tapa” de Sevilla. No hay zona ni barrio que no tenga un local especializado, lo que da pie a grandes debates sobre cuáles son los mejores.
La clave, como dice mi amigo Vicente: "Que el caracol sea de confianza" pero además radica en la limpieza y en que las gaitas "los cuerpos", estén fuera al cocinarlos. Generalmente se hacen con especias que se compran ya mezcladas (pimienta, cayena, cilantro y comino), sal y ajos, luego, cada bar o cocinilla, le añade su toque "secreto".
Además del gran debate sobre cual bar los hace mejores, se crearan otros alternativos con el uso de la hierbabuena, de plantas aromáticas, la forma de limpiarlos, si con sal o sin sal o si se espuman o se tira el agua.
Lo 1º cuando compres los caracoles, es preguntar si están ayunados o no. Hoy lo habitual es que estén ayunados, por lo que pasa a primera y primordial operación la limpieza. Si no están ayunados, tienen que hacer caquita, para ello existen diferentes formas, tal y como comentamos con las cabrillas.
Su guiso es bastante sencillo, al menos para los que nos hemos criado en la cultura del caracol, aun así, pensando en otras culturas vamos a intentar documentarlo lo máximo posible.
INGREDIENTES (para 2 Kg. de caracoles)
- 2 kg. De caracoles.
- 150 gr. de especias surtidas para caracoles con guindillas.
- 2 cabezas de ajos.
- Sal y agua.